miércoles, 4 de julio de 2012

EL FACILITADOR DE LA TÉCNICA METAMÓRFICA


LA FUNCION DE LA TÉCNICA METAMÓRFICA


¿Cual es la función del facilitador en la Técnica Metamórfica? 


Durante una sesión de Técnica Metamórfica (TM), la persona que la recibe puede experimentar diversas sensaciones tanto físicas como anímicas. 
Referir ensoñación, incluso sueño, sensación de ausencia, sensación de estar en otra parte, o simplemente, no sentir ni que se está, son comentarios habituales. 


Estas sensaciones se explican por el hecho que en la TM estamos trabajando fuera del Tiempo y del Espacio. Estamos trabajando con la parte Inmaterial del Ser Humano.


¿Cómo es posible que mediante unas leves caricias en los pies podamos experimentar esta sensación de Vacío en la cabeza?


El efecto que la TM provoca va más allá de lo aparente. 
Se moviliza toda la Energía Vital, la Fuerza Vital interna del receptor, o paciente, de la TM, favoreciendo su libre circulación en lo Material, en lo tangible, en el organismo y la mente. 
El facilitador de la TM asiste a este proceso como observador, facilitador. Como CATALIZADOR del movimiento de la Fuerza Vital. 
No dirige, no manipula, no interpreta…. 
Solo asiste al libre fluir de la Fuerza Vital del paciente que está recibiendo la TM.


Si el paciente relata sentimientos, sufrimientos, vivencias, recuerdos, regresiones, se emociona, escucha ruidos, experimenta dolor pasajero, ve imágenes o colores,… el facilitador de la TM solo asiste al movimiento libre del despertar de esta Fuerza Vital. No entra en valoraciones, ni en interpretaciones, ni comparaciones, ni en juicios. 
Sólo acompaña en el proceso que experimenta el paciente, y permite que ese fluir esté libre de cualquier intercepción de energía ajena al proceso íntimo que experimenta el paciente.


Cuando un paciente acepta recibir una sesión de TM (siempre sucede así) asume el no obstaculizar el fluir natural de la Fuerza Vital para su propia transformación. 
Esto es fácilmente observable en personas moribundas, con síntomas de estrés, angustia, con dificultades de aprendizaje, incluso en bebés.


En pacientes que no tienen demasiado desarrollado el instinto de control de sus propios procesos internos, sean fisiológicos sean emocionales, o en pacientes que aún no han fijado tenazmente sus propios esquemas limitantes, (de nuevo sean físicos, sean mentales, sean existenciales), la TM se muestra altamente eficaz, efectiva y de resolución rápida. Los avances y los resultados se tornan veloces.


COMO EL FLUIR DEL AGUA, ASI DEBE FLUIR LA FUERZA VITAL


Cuando estos mecanismos de control no existen, se facilita el fluir de la Fuerza Vital teniendo acceso fácil y sin obstáculos a partes del cerebro que controlan el crecimiento, el desarrollo, la curación, la transformación, la creatividad, además de a todas las facultades superiores mentales y sutiles. 
LA VIDA se manifiesta en todo su esplendor. 
La Consciencia y la Fuerza Vital se unen en profunda común-unión.


En una sesión de TM se establece una relación de resonancia entre el practicante y el paciente. Pero en esa relación el practicante debe controlar su mente para solo observar y anotar las reacciones del paciente. No debe intervenir, incluso si el paciente muestra cierto desasosiego, o quiere tener respuestas rápidas y fáciles a sus problemas de salud…


Si el mental, o el ego, del practicante no interviene, y éste se comporta de forma armónica y equilibrada (siendo simple CATALIZADOR), favorecerá que desde esa sintonía interna, el paciente se tranquilice y alcance por sí mismo sus propias respuestas, su propio equilibrio…. La Fuerza Vital se abre paso sin estorbos.
Fundamental es que el facilitador se mantenga en equilibrio y neutral ante cualquier manifestación del paciente. De esta forma es como mejor ayudará. 
El CATALIZADOR, el practicante, debe estar en sí mismo para poder ayudar al paciente, por resonancia.





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